Las personas felices tienden a cuidarse más y a llevar comportamientos o estilos de vida saludables” Nuestro organismo no está preparado para permanecer en un continuo estado de alerta, pero la vida moderna nos exige una actividad incesante que nos llega a enfermar. Por lo que nuestros estados de ánimo se reflejan directamente en nuestra salud. En los últimos años se considera a la mente-cuerpo como un solo sistema. Hoy sabemos que nuestro estado de ánimo y los estímulos del medio ambiente tienen efectos a nivel celular y son tanto o más importantes para nuestra salud que nuestros genes. Experiencias negativas, la depresión, el estrés o el trauma pueden afectar el perfil inmunológico de una persona. Mientras que "las experiencias de felicidad y la percepción de esas experiencias en nuestro cuerpo" también producen cambios en nuestros mecanismos biológicos, en sentido opuesto. La tensión muscular necesaria para luchar físicamente con un enemigo se conviert...