Si eres de las mujeres que “cuida su cuerpo” cambiando el refresco normal, por un refresco bajo en calorías, déjame decirte que estás haciendo todo lo contrario…
Si realmente supieras lo que le provoca a tu cuerpo, a tu salud, y a tu peso, ya la habrías eliminado por completo de tu vida.
Yo también soy de las personas que se deleitan con un refresco light “porque supuestamente no engorda”… y me atrevo a decir que ésta es la razón por la cual se consume en exceso y sin preocupaciones.
Lo más irónico de todo, es que los refrescos light no te ayudan a bajar de peso ni a mantenerte para nada saludable.
¿Y sabes por qué?
El tomar dos refrescos light o más al día, aumenta el riesgo de subir las medidas de la cintura en un 500%...!!!!
¿Por qué? Porque los endulzantes artificiales que contiene desregulan la habilidad natural del cuerpo para controlar la ingesta de calorías. Esto quiere decir que estás preparando a tu cuerpo a comer más, con más antojo y ansiedad, y estás estimulando el almacenaje de grasa y sobrepeso.
El peligro de estos endulzantes artificiales que contiene es que se comportan como azúcar pero NO son azúcar, su estructura química no existe en la naturaleza por lo tanto son más peligrosos porque el cuerpo NO tiene los mecanismos para metabolizarlos.
¡Estamos consumiendo algo completamente artificial y procesado!
Al dejar de consumir esta bebida, no sólo verás grandes cambios en tu salud, sino que también notarás que la comida tendrá mejor sabor.
La razón es que los edulcorantes artificiales sobrecargan las papilas gustativas.
El aspartamo es 200 veces más dulce que el azúcar regular y es una amenaza para nuestra salud (aún existe controversia si la empresa de refrescos a nivel nacional, continúa añadiendo a sus bebidas este ingrediente prohibido en algunos países).
Un estudio realizado por Diabetes Care encontró que beber apenas 2/3 de una lata de versión de dieta antes de comer, programa al páncreas para que libere insulina, también conocida como la hormona “acumula grasa”.
Si aún no estás convencid@ de que este refresco es sumamente dañino para tu salud, hecha un vistazo a esto…
¿Padeces alguno de estos síntomas?
Otra razón para que dejes de consumir de una vez por todas el refresco light, es que en este y todos los refrescos podemos encontrar el ácido fosfórico que viene acompañado de un aumento de peso en la cintura.
Y no sólo se trata de una acumulación de grasa abdominal, esto va mucho más allá de la apariencia física. El aumento de peso abdominal, también está relacionado con diabetes, hipertensión, depresión, enfermedades cardiovasculares, entre otras enfermedades crónicas.
Dejar el refresco light te hará notar que tu razonamiento será más claro que antes. Esto porque los endulzantes artificiales se mezclan químicamente con los nervios.
¿Quieres otra razón? NO te aporta ningún valor energético. El valor energético que hay en los refrescos provienen completamente del “azúcar” agregado y no hay ningún tipo de vitaminas o minerales, ni siquiera de carbohidratos de buena calidad.
Y me sorprende que muchas personas comentan que por las tardes sienten un inmenso antojo de algo dulce o que sienten el nivel del azúcar bajo, y que la solución es beber un refresco…
Si tu eres de estas personas, déjame decirte que es mucho más recomendable optar por un snack o postre saludable que SÍ te disminuya los antojos y que mantenga en balance tus niveles de azúcar.
Después de haberte compartido esta valiosa información, quiero compartirte los 5 mejores tips para que abandones de una vez por todas el refresco light y cualquier otro refresco:
Consejo #1:Aprende a escuchar tus síntomas. Nuestros síntomas están ligados directamente con lo natural, entonces si por la tarde tienes una sed tremenda, antes de correr por el refresco, toma un vaso con agua natural…
Consejo #2: Si lo que se te antoja es algo gasificado, prueba con beber agua mineral sola o saborizada. Puedes prepararte en casa una limonada o naranjada mineralizada, de esta manera estarás consciente de lo que consumes exactamente. Hasta puedes combinar sabores y crear bebidas riquísimas como una limonada con menta o albahaca y chía, un agüita de fresa con limón, o de pepino con menta, de papaya con limón, puedes crear la que más te guste...!!!
Consejo #3: Sáltate el pasillo de refrescos en el súper.
Consejo #4: Aprende a leer etiquetas. Sólo hay que darse el tiempo de leer las etiquetas, y te aseguro que después de leer la etiqueta de tu refresco, te darás cuenta que no tiene ningún valor nutricional!!! Pasa todo lo contrario, es una bebida que te desnutre, ¿entonces para qué dárselo a nuestro cuerpo?
Consejo #5: Lleva tu botella de agua a todas partes. Si la máquina expendedora de la oficina sólo te ofrece refrescos, intenta mantenerte lejos de ella por las tardes y lleva tu propia bebida saludable o una botella de agua que puedas rellenar, para que tengas una alternativa. O si acaso crees que “debes” tomar refresco cuando comes cierto tipo de comida, pues mejor elige otro tipo de alimentos.
¡Te resultará sencillo con la práctica!
Te propongo un RETO:
Si lo prefieres puedes retar a una amiga, a tu hermana..., para que sea más fácil de lograr…
En los próximos diez días no debes tomar ningún tipo de refresco, si alguno de estos días vuelves a tomarlo, así sea sólo un vasito, tendrás que empezar desde el día cero.
Después de estos días, notarás que si vuelves a tomarla su sabor será mucho más fuerte, mucho más dulce, y más agresivo con tu cuerpo. Porque el azúcar nos gusta de acuerdo con la cantidad que consumimos a diario.
Además notarás menos antojos en horario fuera de comida, porque las bebidas sin o bajos en calorías, endulzadas artificialmente y otros alimentos “light” en realidad tienden a estimular el apetito, aumentar los antojos de carbohidratos, y estimular el almacenamiento de grasa y aumento de peso.
Tu cuerpo está diseñado para nutrientes puros y naturales, en ningún sitio dice que debes tomar a fuerza una mezcla de químicos. Aprende a nutrir tu cuerpo de manera inteligente.
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