Buscar el apoyo de familiares y amigos, no siempre es lo primordial. Es importante saber que en ocasiones preferimos estar solos o acompañados, va a depender del momento. Es normal sentirnos confusos y no saber qué es lo que deseamos, ten paciencia, y ve a tu ritmo.
Intenta, siempre que sea posible, compartir momentos con personas diferentes. La variación te hará ver diferentes puntos de vista.
Encuentra pequeños espacios de bienestar, es necesario darse permiso para vivir y disfrutar con ello.
Es aconsejable permitirse estar triste de vez en cuando, pero a la vez es positivo marcarse pequeñas obligaciones con la finalidad de no aislarse y recuperar nuestra vida social, laboral y personal.
Intenta evitar tomar decisiones importantes de forma precipitada, en ocasiones las emociones negativas son las que intentan controlar esa decisión y no siempre es la acertada y la más beneficiosa para nosotros.
Te puede ayudar expresar emociones, pensamientos a través de un diario y/o cartas. Puede ser útil crear un “espacio de recuerdos” (álbum, caja…) que te permita revivir momentos, situaciones felices, cuando lo consideres oportuno. Es importante permitir que los recuerdos surjan y compartir los buenos y malos momentos, no hay razón para ocultar el dolor o la alegría.
Intenta cuidarte a ti mismo, a través de la alimentación, el ejercicio físico, el descanso y la reducción de hábitos tóxicos.
Es muy recomendable pasear y estar al aire libre.
Como decía Hemingway: “Ahora no es momento de pensar en lo que no tienes. Piensa en lo que puedes hacer con lo que hay”.
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