La pasta de konjac, un tubérculo originario de Asia 100% fibra.
El konjac (Amorphophallus konjac) es un tubérculo originario de Asia (de ahí su uso alimentario ancestral en países como Japón, Corea o China) cuya raíz tiene una codiciada propiedad: es casi 100% fibra. Debido a esta propiedad, la fibra del konjac, cuyo nombre científico es glucomanano, ha sido utilizada de forma recurrente en productos dietéticos para el adelgazamiento y en la producción de pasta. En Occidente hemos conocido sus propiedades de forma más reciente, pero hoy ya no es extraño encontrar fideos de konjac en los lineales de los supermercados.
Las propiedades nutricionales de la pasta de konjac, al tratarse de un producto compuesto en más del 90% por agua, son prácticamente inexistentes
Y desde un tiempo a esta parte esos fideos de konjac causan furor, en parte porque más de un 90% del producto es agua y el resto fibra. ¡Un regalo para los amigos de las dietas y para los amantes del culto al cuerpo! Además, por si esto fuese poco, su cocinado es muy sencillo. Basta meter los fideos entre dos y tres minutos en un cazo con agua hirviendo. Eso sí, su aspecto, su textura más gelatinosa y su sabor insípido los hacen mucho menos atractivos que una pasta de trigo de toda la vida, para qué nos vamos a engañar.
Como decimos, debido a su composición en forma de pasta (agua con unos gramitos de fibra glucomanano) el konjac resulta mucho más saciante que la pasta tradicional, de forma que al consumirlo y mezclarlo con agua (¡puede absorber hasta 50 veces su peso en el agua) la sensación es la de haberse comido un plato de cocido (¡sin sus calorías!). Por esta propiedad, como es lógico, el konjac es utilizado también en complementos dietéticos destinados al adelgazamiento. No en vano, la mayor autoridad europea en materia de alimentación, la EFSA (European Food Safety Authority), le reconoce esta propiedad.
Además, al konjac también se le atribuyen otros beneficios. La EFSA de nuevo, sin ir más lejos, le atribuye beneficios a la hora de mantener a raya el colesterol. Y otros estudios relacionan su consumo con la mejoría y el control de la diabetes tipo 2, el estreñimiento en adultos y niños, y la mejoría en la salud de la piel, lo que explicaría su uso creciente en la industria cosmética.
Sin embargo, no todo iban a ser beneficios, por supuesto. Como decimos, las propiedades nutricionales de la pasta de konjac, al tratarse de un producto compuesto en más del 90% por agua, son prácticamente inexistentes, de forma que tomar konjac puntualmente no supone ningún riesgo, pero si en cambio lo convertimos en el producto estrella de nuestra dieta adelgazante vamos a adelgazar, claro, pero también es probable que nos causemos de rebote otros problemas de salud debido al déficit nutricional de nuestro menú. Así que para adelgazar mucho mejor emplear el sentido común y aprender a comer (con o sin pasta de konjac en la dieta). Por lo demás, hasta la fecha no se han atribuido al konjac otras contraindicaciones, así que su ingesta con moderación no será en ningún caso dañina para la salud.
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