
Puedes tener el plan de alimentación más saludable del planeta pero si tu cuerpo no lo absorbe o asimila, no te sirve de nada.
Ejercicio:
Para poder digerir la comida apropiadamente, se requiere de tonificación muscular alrededor del abdomen. El músculo ayuda a que la comida se mueva más fácilmente a través de tu tracto digestivo. Hacer ejercicio, especialmente movimientos que tonifiquen tu abdomen, pueden mejorar tu digestión, aunque no cambies lo que comes…
Come sólo lo que necesitas:
El comer en exceso provoca que el cuerpo dedique más esfuerzo y energía para digerir. Esto agrega estrés al sistema y obliga a que tu cuerpo trate de usar demasiados nutrientes al mismo tiempo. Al sentarte a comer, practica “llenar” tu estomago hasta 3/4. Es decir, siempre quédate con un huequito.
Visualiza, huele... Cuando te tomas una pausa antes de comer, ya sea para dar observar o reflexionar, activas la fase cefálica de tu digestión. Tu cerebro activa tu salivación para que produzcas más enzimas digestivas.
Reduce o elimina alimentos procesados. Estos alimentos son todo un reto para tu sistema digestivo. El cuerpo tiene que producir más energía y sacar más nutrientes de tu cuerpo para poder metabolizar estos alimentos, robándole a tu cuerpo sus nutrientes, en vez de darle más. Mejor consume alimentos nutritivos para evitar que tu cuerpo se desmineralice.
Mastica bien Cuando comemos muy rápido o “nos atragantamos”, complicamos nuestra digestión. Al masticar despacio, secretas más saliva, la cual contiene muchas enzimas que ayudan a tu digestión.
Consume más fibra La fibra mantiene un colon saludable. Hace que ir al baño sea más suave, acelera el tiempo de tránsito a través del colon, diluye los efectos de cualquier compuesto tóxico y ayuda a eliminar bacteria indeeables de tu colon. Asegúrate de consumir fibra soluble, la cual absorbe toxinas y colesterol que no necesitas y fibra insoluble, que ayuda la eliminación.
Aumenta
tu jugo gástrico
Muchas
personas sufren de poco ácido estomacal. Reflujo, gas, eructos,
fatiga, dolores de cabeza y más, pueden ser el resultado de poco
ácido estomacal (contrario a lo que muchos creen). Para incrementar
tu ácido estomacal (el ácido que necesitas para que tu cuerpo pueda
desintegrar la comida), agrega zumo de limón a un vaso de agua o
toma una cucharada de vinagre de manzana orgánico en agua cada
mañana.
Bebe
agua
Es
uno de los nutrientes más importantes para la digestión. El
estómago necesita agua para digerir, especialmente para la salud de
la mucosa intestinal, la cual se encarga de dar soporte a la bacteria
buena para poder digerir y absorber los nutrientes apropiadamente..
La falta de agua en tu sistema digestivo puede provocar úlceras,
indigestión, reflujo, fatiga, falta de concentración, mala memoria.
Agrega
probióticos
Necesitamos
la bacteria buena para fortalecer
el sistema inmunológico, reducir la inflamación crónica, remediar
el intestino permeable y
mucho más.
Los
alimentos probióticos naturales que mas conocera son;
- Kefir/yogurt.
- Aceitunas y encurtidos.
- Kimchi/chucrut.
- Queso curado.
- Miso.
- Microalgas.
-
Chocolate
negro.
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